Escasez irregulable


Andrés Segovia Moreno / Correo: andrulenon@hotmail.com @AndrulenonSeg

Foto: Anónima. Fuente: http://www.empresate.org .
Existe poca diferencia entre un venezolano que recorre varios comercios en busca de víveres y un monitor de precios, las impresiones recogidas por ambos son similares. La escasez no es una “sensación”, es algo palpable que con autoridades registrando bodegas de tiendas no se ha resuelto.

 La hermana República de Colombia recoge  en cifras oficiales un índice de escasez de productos del 9%. En cambio,  Venezuela, según su Instituto Nacional de Estadística (dependencia oficial), registra un desabastecimiento del 20% que el presidente de este ente interpreta como una “escasez aceptable”.

 Monitoreos hechos para investigaciones realistas, sin interés político oficial, y metodológicamente mas transparentes, como las de Datanalisis (1), arrojan constantemente que desde principios de este año, el desabastecimiento en los anaqueles nacionales es superior al 30% en los productos de la canasta básica (compuesta por 7 rubros) y el país sufre una "escasez crónica que media el 17% desde el año 2003 (2).

Hay productos cuya falta ha llegado a ser superior al 70% como la azúcar (80%), harina de maíz (50%), margarina (53%),...  Los monitoreos semanales de la firma consultora incluso registran  deficiencias en la aparición de víveres como el queso (25%), pollo (28%), café (29%), entre muchos otros regulados (3).

Estos datos develan  un panorama de escasez (inexistencia) y desabastecimiento (no esta el tipo, marca o empaque buscado)“en bruto”, sin tomar en cuenta asuntos consecuentes como los de competitividad y calidad, ya que los productos afectados no varían en sus presentaciones; es decir, se acortan las alternativas de los consumidores de poder elegir entre distintas marcas y premiar, con su compra, al mejor productor.

El director de Datanálisis, Luis Vicente León.
La lamentable situación venezolana es resultante de más de una década de sistemática agresión a las actividades productivas.  La falta de oferta obedece a las constantes amenazas de intromisión y expropiación a las empresas, numerosas normativas y leyes intervencionistas como la nueva Ley Orgánica de los Trabajadores y Trabajadoras (hecha sin discusión por el ejecutivo), la nada sorprendente ineficiencia en gestión de las empresas públicas, aunado al entorpecedor sistema de control de cambio y  precios.

El control de precios, junto con el de cambio (desencadenador de la escasez de divisas extranjeras), es una política especialmente dañina para la producción nacional. Ha sido aplicada por décadas sin dar nunca buenos resultados y se sigue tropezando con la misma piedra.  En la actualidad es un  ingrediente fundamental de la escasez estructural de productos que alimenta el continuo encarecimiento de la vida por la inflación. 

 La regulación de precios siempre establece para el bien, un precio inferior al del mercado, porque de otro modo no tendría sentido la medida. Como consecuencia, primeramente, el productor no consigue  rendimiento u  ganancia con ese producto. Sacarlo al mercado queda condicionado a un subsidio dado por el Estado para mitigar perdidas (muchas veces no es suficiente y abre brecha a otros problemas estructurales, como la dependencia a dicha práctica). Al salir a ofertarse, los consumidores agotan las existencias del bien rápidamente  por el bajo costo y lo preciado que se hace al ser escaso.
Esas son consecuencias de no permitir, como en las economías avanzadas, que los precios sean establecidos por el intercambio voluntario entre oferentes y demandantes.  

Como resultado de esta realidad, aparecen otras vías de distribución “no regulares” que tienen por objeto satisfacer la demanda de esos productos escasos. Estos son los comerciantes ilegales, especuladores,  a veces revendedores, con cualquier otro apelativo que se les pueda dar. La aparición de este actor es consecuencia de lo restrictivos que volvieron los canales regulares para poder comerciar.  El “ilegal”  garantiza la presencia del bien, pero con precios más altos. Según Datanalisis por estas vías los precios aumentan en promedio un 44%.  Este tipo de comerciantes conforma el denominado “mercado negro” (presencia del producto con precios variables, propensos  especulación o rápidos aumentos), al terno al regulado (poca presencia del producto por precios irreales, artificialmente bajos).

El precio sintetiza el trabajo del productor y la negociación con el consumidor. La intervención estatal ha desvirtuado el valioso papel del precio como portador de información económica y ha atrofiado el mercado. La principal escasez es de libertad económica.









Notas:
  1. Metodologías. Técnicas de recolección de información de Datanalisis. http://www.datanalisis.com/70/metodologias
  2. Martínez, L. DATANALISIS: Venezuela vive una “escasez crónica desde 2003″ Extraído el 3 de mayo del 2013 de la página:  
  3. Vargas, A. Datanalisis: Escasez en primera quincena de enero escaló 32,5%. Extraído el 3  mayo del 2013 la página:http://eltiempo.com.ve/venezuela/economia/datanalisis-escasez-en-primera-quincena-de-enero-escalo-325/78593











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