Escasez irregulable
Foto: Anónima. Fuente: http://www.empresate.org . |
Existe poca diferencia entre un venezolano que recorre
varios comercios en busca de víveres y un monitor de precios, las impresiones
recogidas por ambos son similares. La escasez no es una “sensación”, es algo
palpable que con autoridades registrando bodegas de tiendas no se ha resuelto.
La hermana República
de Colombia recoge en cifras oficiales
un índice de escasez de productos del 9%. En cambio, Venezuela, según su Instituto Nacional de
Estadística (dependencia oficial), registra un desabastecimiento del 20% que el
presidente de este ente interpreta como una “escasez aceptable”.
Monitoreos hechos para
investigaciones realistas, sin interés político oficial, y metodológicamente
mas transparentes, como las de Datanalisis (1), arrojan constantemente que desde
principios de este año, el desabastecimiento en los anaqueles nacionales es
superior al 30% en los productos de la canasta básica (compuesta por 7 rubros) y el país sufre una "escasez crónica que media el 17% desde el año 2003 (2).
Hay productos cuya falta ha llegado a ser superior al 70%
como la azúcar (80%), harina de maíz (50%), margarina (53%),... Los monitoreos semanales de la firma
consultora incluso registran deficiencias
en la aparición de víveres como el queso (25%), pollo (28%), café (29%), entre
muchos otros regulados (3).
Estos datos develan
un panorama de escasez (inexistencia) y desabastecimiento (no esta el tipo, marca o empaque buscado)“en bruto”, sin tomar en cuenta asuntos
consecuentes como los de competitividad y calidad, ya que los productos
afectados no varían en sus presentaciones; es decir, se acortan las
alternativas de los consumidores de poder elegir entre distintas marcas y
premiar, con su compra, al mejor productor.
El director de Datanálisis, Luis Vicente León. |
La lamentable situación venezolana es resultante de más de
una década de sistemática agresión a las actividades productivas. La falta de oferta obedece a las constantes
amenazas de intromisión y expropiación a las empresas, numerosas normativas y leyes
intervencionistas como la nueva Ley Orgánica de los Trabajadores y Trabajadoras
(hecha sin discusión por el ejecutivo), la nada sorprendente ineficiencia en
gestión de las empresas públicas, aunado al entorpecedor sistema de control de
cambio y precios.
El control de precios, junto con el de cambio
(desencadenador de la escasez de divisas extranjeras), es una política especialmente
dañina para la producción nacional. Ha sido aplicada por décadas sin dar nunca
buenos resultados y se sigue tropezando con la misma piedra. En la actualidad es un ingrediente fundamental de la escasez
estructural de productos que alimenta el continuo encarecimiento de la vida por la inflación.
La regulación de precios siempre establece para el bien, un
precio inferior al del mercado, porque de otro modo no tendría sentido la
medida. Como consecuencia, primeramente, el productor no consigue rendimiento u
ganancia con ese producto. Sacarlo al mercado queda condicionado a un
subsidio dado por el Estado para mitigar perdidas (muchas veces no es
suficiente y abre brecha a otros problemas estructurales, como la dependencia a
dicha práctica). Al salir a ofertarse, los consumidores agotan las existencias del
bien rápidamente por el bajo costo y lo
preciado que se hace al ser escaso.
Esas son consecuencias de no permitir, como en las economías
avanzadas, que los precios sean establecidos por el intercambio voluntario
entre oferentes y demandantes.
Como resultado de esta realidad, aparecen otras vías de
distribución “no regulares” que tienen por objeto satisfacer la demanda de esos
productos escasos. Estos son los comerciantes ilegales, especuladores, a veces revendedores, con cualquier otro apelativo
que se les pueda dar. La aparición de este actor es consecuencia de lo
restrictivos que volvieron los canales regulares para poder comerciar. El “ilegal”
garantiza la presencia del bien, pero con precios más altos. Según
Datanalisis por estas vías los precios aumentan en promedio un 44%. Este tipo de comerciantes conforma el
denominado “mercado negro” (presencia del producto con precios variables, propensos
especulación o rápidos aumentos), al
terno al regulado (poca presencia del producto por precios irreales,
artificialmente bajos).
El precio sintetiza el trabajo del productor y la
negociación con el consumidor. La intervención estatal ha desvirtuado el
valioso papel del precio como portador de información económica y ha atrofiado
el mercado. La principal escasez es de libertad económica.
Notas:
- Metodologías. Técnicas de recolección de información de Datanalisis. http://www.datanalisis.com/70/metodologias
- Martínez, L. DATANALISIS: Venezuela vive una “escasez crónica desde 2003″ Extraído el 3 de mayo del 2013 de la página:
- Vargas, A. Datanalisis: Escasez en primera quincena de enero escaló 32,5%. Extraído el 3 mayo del 2013 la página:http://eltiempo.com.ve/venezuela/economia/datanalisis-escasez-en-primera-quincena-de-enero-escalo-325/78593
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