Desorden: Un volátil anticuerpo contra el totalitarismo




Por Andrés Segovia @ReporteroAndres

Valera.- Tradicionalmente cuando se habla de orden, desde el punto de vista social, se hace referencia al apego generalizado e internalizado de una población a normas e instituciones.

El orden institucional ideal para una República democrática sería el pleno apego a la Constitución y las leyes por parte de la ciudadanía y sus dirigentes. Algo que no se ha consolidado en Venezuela, en ningún momento, ni cuándo por cuatro décadas se pensó que la democracia había triunfado.

Una descomposición agravada por décadas donde la mayor parte de la población ha sobrevivido en entornos donde el desorden -empujado por bonanzas petroleras que no promovían movilidad social- se sale de lo abstracto y pasa a lo concreto de la marginalidad, deprivación, desconfianza y descapitalización social.

El descreimiento en las instituciones dado en lo que llamamos "sectores populares", desde punto de vista psicosocial, altera el bienestar subjetivo y la calidad de vida, pero, además, hace que los fenómenos sociales políticos sean absolutamente imprevisibles porque todo tipo de ingeniería social carece de solidez.

Por eso un militar felón gritando sobre "revolución de los pobres" llega al poder en el 1998.

Aunque, por paradójico que parezca, aquellos alicientes que promueven la desinstitucionalización son los mismos que detienen la consolidación plena del totalitarismo (estado máximo del autoritarismo que controla todos los aspectos de la vida), un sueño húmedo de tiranía venezolana que busca avasallando a la ciudadanía. 

Hasta ahora su éxito, no menor, está en sus mil y un jugaretas para mantener secuestrado por la fuerza el poder político y económico, frente al inmenso rechazo de los venezolanos. 

La cohabitación y reconocimiento son victoria a mediano plazo. Los intentos de hacer que la mayoría de la sociedad cierre filas de modo militar con ellos es algo que buscan, pero las causas del desorden no lo deja consolidar.

Esto lo podemos ver en los desastres que se han visto inclusive en sus elecciones primarias del PSUV en 2021, por no hablar del evidente descontento con Maduro en la generalidad de los indicadores opinión y los millones de expatriados por la miseria.

Este es un fenómeno íntimamente ligado a la anomia que puede ser aprovechado para lograr cambios. Mas, sin embargo, al establecerse una verdadera transición a la democracia todos los factores que afectan a la consolidación de las instituciones (que están íntimamente ligados a la desconfianza en la eficiencia del Estado) deben ser resueltos por la asesoría de equipos multidisciplinarios y multipartidistas de alto nivel, guiados por por genuinos estadistas de espíritu republicano.

En el régimen saben que el desorden (del cual ellos han vivido y manejado a placer) es un arma de doble filo que puede ser agitada en su contra. Para ellos, la infiltración en la oposición es sumamente importante porque la movilización de calle y un momento de efervescencia por el descontento es algo que los puede desestabilizar desatando toda una serie de imprevistos que no quieren enfrentar. 

Publicado en https://t.co/Ef1Id8x2wZ?amp=1 

0 comentarios:

Mis DIVAGACIONES gráficas en Tumblr