Los dos obstáculos para la MUD
Una posible carrera desigual por remplazar a Maduro también demora su salida. Foto: Elespectador.com |
¿Obstáculos
o disyuntivas? En medio de una situación alarmante en la cual un plazo de 6
meses para conseguir una salida al chavismo
parece una eternidad, cualquier terminología puede alterar susceptibilidades,
aunque si a la premura nos plegamos, tanto la proactividad como la reactividad con
la que se aborde la situación es una delicadeza fácil de ignorar.
Para finales de febrero del 2016
la oposición venezolana organizada debe hacer frente la ejecución de dos movimientos
estratégicos que amenazan paralizarlos. Uno principal: la manera de salir
del gobierno, y otro fundamental a lo interno (que puede detener el trascendental): ¿quién
será el abanderado a la presidencia?
El análisis de los sucesos actuales y del provenir inmediato no puede estar
muy apegado al marco legal e institucional, ya que estos están amañados o no
funcionan, por tanto el accionar político es más trascendente de cara a los escenarios venideros que el funcionamiento caprichoso de las instituciones del Estado.
La oposición
navega entre los vicios de la coyuntura, intentado no torpedear demasiado la institucionalidad
con la esperanza de dar vida a los
despojos de la democrática liberal que en algún futuro prometen rescatar a cabalidad.
Salidas que dejan mucho al azar
Henrique Capriles ha dado inicio
en el occidente del país a una gira para promover el referendo revocatorio,
llamada la #RutaParaElCambio. El gobernador asume que la revocatoria de mandato
escapa a la amenaza de la interpretación
del TSJ y ya se encuentra en el lapso válido para iniciar la recolección de
firmas, asumiendo que la mitad del mandato de Maduro partió en enero de 2016
(porque dio continuación al período que Chávez) y no en abril,
como sostienen algunos. Sin embargo, iniciar la recolección es este momento sí
puede abrir puertas a la interpretación del tribunal sobre el lapso de
recolección, así que el principal argumento “antitrampa” en realidad no es garantía
de nada.
Otro defecto resaltante a achacar contra la propuesta es que no ataca el problema institucional de fondo, los
poderes y fuerzas armadas supeditados al ejecutivo. ¿Puede llegar un gobierno opositor
en esas circunstancias? En el supuesto de llegar sería absolutamente inestable. Aunque si es por sacar al presidente actual y luego improvisar, seguro pueden
apelar a que este país ya está acostumbrado a esas prácticas; además la incertidumbre
puede llegar a legitimarlas con toda su peligrosidad.
Por otro lado está la propuesta
publicitada por Henry Ramos Allup, en contraposición indirecta con el
gobernador mirandino, de la enmienda constitucional que adoptó por
una propuesta de la directiva del Centro Popular de Formación Ciudadana. Esta prevé
acortar el mandato presidencial a 4 años con derecho a una reelección. Ademas plantea
blindarse contra las interpretaciones del TSJ por las disposiciones transitorias
del texto, que instituirían su ejecución para el actual período presidencial, y
no en el siguiente como también se podría dilucidar.
Esta propuesta llega consigo el llamativo
dato de que si se asumiera, las elecciones presidenciales, según estimación del
Centro proponente, sería en diciembre del 2016.
La enmienda en sí no garantiza
nada sobre la intervención del TSJ y también tiene el tiempo en contra, algo de
lo que se valen los que ofrecen el revocatorio. Por paradójico que suene,
Capriles hace dos años criticó a López por apuro e improvisación, pero ahora se
apega la misma necesidad de inmediatez (ahora más urgente) y todas las imprecisiones
y peligros que esta conlleva.
Sobre la nueva salida para Maduro,
la MUD nacional no se ha reunido oficialmente para discutir nada desde
diciembre, así que ahora no hay hoja de ruta
y los actores que integran la oposición sólo lanzan anzuelos a la opinión pública
para ver cuánto pescan.
Mientras esto sucede la
autoridad del parlamento se anula por sentencias de uno de esos
"poderes" públicos que se supone deben garantizar, como repite el
presidente de la asamblea, una “salida constitucional, pacífica y electoral ".
¿Quién va a Miraflores?
Obstáculos tanto para la enmienda
como para el revocatorio no sólo son los poderes públicos secuestrados por el
chavismo, hay algo antes, y es la pugna de dos sectores mayoritarios de la MUD.
Todos los actores consensuan en
que la candidatura presidencial será elegida por primaria. Las cúpulas
opositoras han hecho bien en mantener su pacto de silencio para “lavar los
trapos sucios en casa”, pero a lo
interno es un hecho tácito que una posible primaria dependerá de la suerte de
Leopoldo López.
Las estrategias comunicacionales por los presos políticos buscan mantener viva la presencia de López. Foto: @voluntadpopular |
El sector de #LaSalida (por el
que probablemente pueda decantarse AD luego) no se resigna a una primaria presidencial
con López preso, es obvio, muchos de ellos estiman que la lucha sería desigual
y le impactaría como la inhabilitación durante las primarias de 2012, en la
cual la sanción afectó la percepción de sus posibilidades ante el electorado, y
por tanto tuvo que ceder a su aspiración al no subir de segundo en los
sondeos.
López y Voluntad Popular saben
hacer retiradas estratégicas del tablero cuando es necesario, pero ahora no les
parece el momento, sólo esperan un previsible efecto huracán que tendría la liberación,
aunque ese hecho tampoco certifica nada ya que dependerá del contexto y otros
varios elementos.
Mientras López está en la cárcel,
Capriles pica adelante y ya tiene una excusa para recorrer el país y afianzar su
trabajo político de base, que asumiendo las tendencias electorales que le han dado
respaldo, se encuentran en los sectores opositores más lapsos y los
arrepentidos del chavismo. Como indicaría el estudioso de la política Gabriel
Almond (1950), él en su función de élite política cumple al dar “estructura al
público”, uno muy nutrido.
Capriles en su vista a Valera (Trujillo) llegó a proponer soluciones para el problema del agua potable. Foto: @hcapriles |
Evidentemente la
#RutaParaElCambio es una alternativa que pretende ganarse a la
Unidad con movilizaciones. Parafraseando a Valdimer Key (1961), Capriles acierta
en su papel al ser el que habla, persuade, define y hasta afirma oposición
tajante. Él da para varias interpretaciones maquiavelianas muy razonables, a las cuales un político preso tiene poco margen de respuesta, mientras perfila su
tercera candidatura presidencial.
No es cuestionable en absoluto
quien haga un cálculo político, todos lo hacen, el debate debe ser si la propuesta
es conveniente.
Comprendiendo estos escenarios,
que dejan a un lado una providencial “renuncia” o declaratoria de “abandono de cargo”, es
claro para cualquiera que el camino de salida del chavismo y su presidente será
tortuoso, lleno de obstáculos (o disyuntivas,como mejor prefiera) a superar y es lógico dudar que alguna vía sea
tan rápida y expedita como se vende.
Citas:
Almond, G. The
American People and Foreign Policy. 1950. Nueva York, Harcourt, 1950.
Key, V. O.
Jr. Public Opinion and American Democracy. Nueva York, Knof, 1961.
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